El MBG ofrece entrenamientos en biología de la conservación
para representantes de dos grupos indígenas que poseen grandes
extensiones de habitats de bosque natural. Este proyecto es en
colaboración con
Wildlife Conservation Society. Estos grupos son los Awá en
el noroccidente del país y los Shuar en el sureste. Sus asentamientos
están localizados en áreas críticas de conservación a
nivel del paisaje en Sur América. Los Awá viven en el bosque
húmedo de la región biogeográfica del Chocó, en las
laderas occidentales de los Andes y en las zonas bajas del Pacífico
cerca a la frontera con Colombia. Su población es de 3.000 habitantes
en Ecuador y una población más grande en el sur de Colombia.
Los Shuar, con una población de 80.000 habitantes, viven en las
laderas orientales de los Andes y las zonas bajas adyacentes del Amazonas
cerca a la frontera con Perú; incluyendo la región de la
Cordillera del Cóndor con una diversidad biológica única.
Los entrenamientos incluyen manejo y monitoreo de plantas y vida
silvestre, etnobotánica, manejo de bosques y planificación del
uso de la tierra. Este entrenamiento permitirá que los indígenas
jueguen un papel importante en el establecimiento de una unidad de manejo
de los recursos naturales dentro de sus propias organizaciones. Los dos
grupos indígenas han decidido establecer una unidad técnica de
planificación de conservación y uso de la tierra, integrada por
sus miembros. Se espera que la combinación del conocimiento local
con herramientas de la ciencia "occidental" resulten exitosas
para estas comunidades. Posteriormente, este proyecto piloto se podría
aplicar a mayor escala en Latinoamérica.
Este es un programa a dos años y esta diseñado para entrenar
grupos de ocho indígenas (cuatro de cada grupo étnico). El
primer año de entrenamiento se inició en Julio del 2002 y se
llevó a cabo en seis sesiones de un mes en meses alternos. En los
meses intermedios los indígenas realizaron actividades comunitarias
y de conservación al nivel de todo el territorio indígena. En
el segundo año se espera que los pasantes sean profesionales efectivos
e integren su entrenamiento al servicio de sus federaciones y comunidades.
Cada grupo desarrollará un plan de conservación y manejo de las
áreas críticas dentro de sus territorios. A medida que pase el
tiempo, los pasantes tendrán otras actividades y obtendrán mayor
responsabilidad en su trabajo.
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